martes, septiembre 05, 2006

Muros

Mother do you think they'll drop the bomb?
Mother do you think they'll like this song?
Mother do you think they'll try to break my balls?
Mother should I build the wall?

Roger Waters

No hay caso. No aprendimos nada. Pasan los años, los gobiernos, la ciencia crece, crecen las armas, pero en el fondo seguimos siendo los mismos hombres brutos escondidos tras la enorme piedra, abrazados a los garrotes que han de defendernos, asustados como niños que no saben cómo manejar los peligros que los acechan.

Desde los tiempos de las ciudades-estado, con sus enormes ciudadelas, listas para defenderse de los bárbaros que acechaban desde afuera.

Desde los tiempos de la muralla china, con sus seis mil kilómetros siguiendo el curso de los ríos en lugar de tender puentes sobre ellos, adaptándose a los contornos de montañas y valles en su trazado inmenso.

A la humanidad le sigue resultando más sencillo:
separar que integrar,
reservar que compartir,
discriminar que aceptar.

Como si los egoístas no supieran que así hasta ponen en peligro sus preciadas riquezas.
Como si los cristianos no supieran que sin compartir con el necesitado, no entrarán al Reino de los Cielos.

Me vienen a la mente otros muros, famosos y recientes:
Muros para que no se vayan, como el de Berlín.
Muros para que no entren, como el de USA y su amigo México.
Muros para que no se inmolen, como el de Israel y su enemigo Palestina.

La humanidad ya ha recorrido el sistema solar con sus magníficas sondas, y seguramente sus hombres de ciencia se desvelan por salir a la ancha galaxia en busca de otros mundos.

Entonces yo me pregunto,
¿Para qué buscar otros mundos, si aún no sabemos qué hacer con el nuestro y con su gente?